jueves, 30 de abril de 2009

ANGLOARABES

Os contaré una de mis pasiones: los caballos cruzaos. Este veneno que empezó allá por 1999, cuando compré un caballo cruzao a un amigo del pueblo, conocido por criar espectaculares potros angloarabes y tres sangres, aparte de ser un prestigioso cochero reconocido por el mundo del enganche en la provincia de sevilla.
A raiz de echar p´alante y potranco portugés, empiezo a tomar contacto con este amigo, el cual me invita a su casa a echarle una mano con un potro de la línea del Marqués de Cartagena.
Me impresionó su nobleza pues con tan sólo 30 meses y empecé a darle las primeras montas, dandose el caso de sacarlo a la calle con dos meses y medio de doma. Más tarde, la doma de este ejemplar pasó a manos de mi hermano mayor, pues entró en la cuadra una nueva potra Aa. que había que meterle mano allá por el mes de octubre. Pues bien, fué tanta la nobleza de esta potra que el día de nochebuena (24-D), la metí en todo el centro del pueblo, y con la madrina por detrás, pero las cosas del destino, a mi amigo se le murió el semental que por entonces estaba encerrando toros bravos y el mayoral se quedó sin caballos, llevándose la potra bastante avanzada a la ganadería brava para las faenas camperas.
Hoy en día, estoy montando una yegua de la finca Bucaré con cuatro años y otra potranca de igual edad.
El hecho de montar cruzados nuevos, es porque me llena de satisfación montar animales de casta y nobleza fuera de lo común, sin dejar atrás el temperamento y fuerza de sus cuatro remos, que son una fuente inagotable de trabajo y de ganas de aprender cada día.