......A MI COSTAL

Hoy, ordenando mi cuarto, he abierto el armario y allí estabas, sólo, con las arrugas de la última batalla, esa que ganamos juntos la noche del Jueves santo.
Te he cogido, te he olido, y se me han venido a la mente tantas y tantas alegrías que me has dado y también alguna que otra pena.
Con los ojos cerrados y agarrandote fuerte, recuerdos esas lágrimas bajos los palos, esa mágica chicotá llena de cambios, como si de una coreografía se tratara, de tantas horas de ensayo con los costaleros de mi cuadrilla, ese recuerdo de algún ser querido, y ahora, estás esperando que vuelva a abrir este armario en el mes de Julio, para poder estar cerca de Ella.
Al igual que tú, estoy yo, impaciente para poder tenerte sin duda, HASTA LA MUERTE.