jueves, 18 de junio de 2009

Déjamdme aunque sea con mi locura.

¿Quién eres tú, costalero anónimo? ¿Quién eres que un día siendo pequeño tomaste la ropa de tu hermandad?, esa que era la de tú padre, tu abuelo o simplemente, la de tu barrio, la del barrio de tus mayores.
¿Quién eres?, costalero que ya tienes la ropa planchada, colgada y que hoy solo piensas en salga un día de julio radiante, un año más y van ya no se ni cuantos, acompañar a tu santísima Virgen del Carmen por las calles de tu pueblo. Yo se quien eres.
Yo hoy, costalero anónimo quiero decirte gracias, gracias por mantener las tradiciones de tus mayores, gracias por seguir dando testimonio de Fe en este siglo XXI de sobresaltos y espantos, gracias por participar con Cristo en su Pasión, Muerte y Resurrección.
Pero también costalero anónimo quiero pedirte algo, quiero pedirte que transmitas lo que aprendiste, que tus hijos conozcan a Dios y a su Madre, quiero pedirte que se los presentes, que le ofrezcas la posibilidad de conocerlos (la fe no se exige). Que tus hijos puedan, al menos, elegir ser ajenos a esta ola de desprecio por Dios que nos azota, que les dotes de sentido crítico, de capacidad de razonamiento para que puedan al menos decir no a Dios, que no les sea algo impuesto.
Este contrasentido no lo es, costalero, Dios es amor y si dotamos a nuestros hijos de la educación necesaria en el sentido crítico, dejemos que Él haga el resto.
¿Quién serán los costaleros del siglo XXII si no educamos a nuestros hijos en nuestras tradiciones?, y es la falta de educación uno de los canceres de estos momentos de la historia, entendiendo por educación capacidad de entender, fíjate costalero, en el día a día, y dime tú, que ya empiezas a tener memoria de muchas cuaresmas, si no es el peor ataque a nuestra libertad, el bombardeo diario de mensajes que no hacen nada más que intentar dirigir nuestra voluntad.
Hasta Dios nos da la oportunidad de no ser creyentes, reivindica tu derecho de costalero a ser libre y transmite que la libertad es el mayor don de los hombres.

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